Hace unas semanas
descubrí una grieta en mi pared
supuse que el temblor de tu llegada
había removido alguna fisura del pasado
porque la plenitud
es un espejo que te enseña
todo lo que está de cara a tu espalda
Hoy la grieta es una herida
tan densa como una telaraña
y los cimientos respiran
a punto del colapso
Temo que la polvareda arruine mis libros
y oculte las palabras que no me atrevo de decir
No sé si las puntillas que sostienen mis memorias
cedan al desequilibrio que repta por la casa
dejen de sostener el tiempo
que modifica nuestros pasos
Empaco mis miedos
para soportar las sombras
en caso de que la luz me quiebre los ojos
Soy la raíz de una incertidumbre
no reconozco el idioma de tus fantasmas
entre mis ramas que se deshojan
y se niegan al invierno
al instinto de migración
No quiero pensar que la esperanza es un ave
todos los seres con alas
terminan vencidos por la gravedad
descubrí una grieta en mi pared
supuse que el temblor de tu llegada
había removido alguna fisura del pasado
porque la plenitud
es un espejo que te enseña
todo lo que está de cara a tu espalda
Hoy la grieta es una herida
tan densa como una telaraña
y los cimientos respiran
a punto del colapso
Temo que la polvareda arruine mis libros
y oculte las palabras que no me atrevo de decir
No sé si las puntillas que sostienen mis memorias
cedan al desequilibrio que repta por la casa
dejen de sostener el tiempo
que modifica nuestros pasos
Empaco mis miedos
para soportar las sombras
en caso de que la luz me quiebre los ojos
Soy la raíz de una incertidumbre
no reconozco el idioma de tus fantasmas
entre mis ramas que se deshojan
y se niegan al invierno
al instinto de migración
No quiero pensar que la esperanza es un ave
todos los seres con alas
terminan vencidos por la gravedad
Texto e ilustración: Andrés Arango.
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